amemos la naturaleza

Emmanuel es un ferviente protector y amante de la naturaleza. Los animales son inspiración para crear. Se identifica con ellos y siempre encuentra algún punto de comparación entre él y cualquier especie del reino animal, desde los más grandes dinosaurios hasta los más diminutos, como las mariquitas. Al sentirse parte de la naturaleza y poseer la capacidad de conectar desde su corazón y sentidos con los animales, le cuesta mucho entender y aceptar lo que inevitablemente a veces sucede con muchos de ellos: El maltrato hacia los animales, el abandono, la caza y la pesca, los incendios forestales. Le sucede lo mismo al ver basura en el campo y en las playas, las calles, ver las acciones de otros ensuciando le resulta inaceptable. En muchas ocasiones hemos tenido que recoger algo que otra persona lanzó, o dar una charla de buen ciudadano improvisada, algunas veces mal vista por aquellos a los que no les importa la conservación del medio ambiente. A veces logramos que alguna persona reflexione y recapacite, otras nos ven mal, pero seguimos intentando poner de nuestra parte para sumar en positivo a la vida.  

Sus animales favoritos son muchos, entre otros: los caballos, los delfines, las ballenas, los perros, las mariquitas, los pollitos y patitos… También le encantan aquellos que no le agradan a la mayoría, como por ejemplo: las hienas, los insectos, los tiburones, los jabalíes, los cocodrilos y los hipopótamos. 

Estar rodeado de un entorno natural tiene un impacto positivo en sus emociones, es realmente feliz en la playa, en el campo, en la montaña y si hay nieve, la felicidad aún es mayor. Todos los espacios naturales son atractivos para él, asociándolos siempre con los animales que son propios de esos hábitats. Su interés superior no es el lugar, sino, quién habita allí. Emmanuel nos ha enseñado el valor de aquello que muchas veces ni tomamos en cuenta. Junto a él es necesario conectar con la naturaleza, y lo que se siente es mágico (como con sus dibujos), va más allá de los valores, es algo difícil de explicar pero resulta transformador sentirlo. Matar un “bicho” se convirtió en algo impropio, un alacrán, una culebra, una araña, una hormiga merece el mismo cuidado y respeto que un delfín o un perro. El sentir de Emmanuel hacia la fauna y la flora es conmovedor, se refleja la pureza de su alma en la nobleza de sus actos. Por ejemplo: es incapaz de arrancarle una flor a una planta, cuestión que es común, especialmente en los niños. ¿Cuántas veces no le ha llevado un niño  a su maestra florecitas arrancadas en el camino? 

Desde pequeño ha estado en contacto con animales, en casa, la escuela y otros entornos, terapéuticos, naturales o recreativos. Nuestros perros y gatos han sido parte de nuestra familia. Al crecer, aprender y conocer más y más sobre fauna y flora, fue desarrollándose en su consciencia la compasión por todas las criaturas. Si por él fuera, recorriera el mundo para ver todos los animales en sus entornos naturales.  Tiene un proyecto en desarrollo con base en una cantidad enorme de dibujos de animales que ha hecho, acompañados de mensajes conservacionistas, con el fin de estimular en los niños la imaginación, la curiosidad y el conocimiento de diversas especies del reino animal, así como, incentivarlos a pintar, a leer y a crear con la base de sus dibujos. Su intención es también potenciar el amor y la compasión que de por sí ya sienten los niños hacia los animales. Sumando creatividad y valores, los niños viajarán por el mundo a través de sus preciosas ilustraciones.


Compartimos nuestros sueños, en ocasiones  conversamos sobre uno en particular y es el de vivir en un lugar donde la naturaleza nos abrace para fundirnos en ella y quedarnos allí hasta el final, disfrutando de un entorno naturalmente favorecedor para la vida humana, y que Emmanuel se inspire cada amanecer para continuar ilustrándonos nuestras vidas.

Frida, mamá de Emmanuel.

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